Este gran gato vive en Harbin, ciudad localizada al norte de China cerca de la frontera rusa. Decidimos ir a Harbin en Febrero para coincidir con la Fiesta Internacional de Hielo y Nieve que tiene lugar en esa zona en los meses de Enero y Febrero de cada año. En vista de que Bárbara todavía no había experimentado un viaje en un cochecama de China Railway nos decidimos por la 'clase suave' en vez de la 'clase dura' para este largo viaje de 12 horas.
Llegamos a Harbin a las siete de la mañana, había una temperatura de -26°C. Estaba que casi me congelaba, nunca había sentido tanto frío en toda mi vida, hasta la piel me dolia. En el transcurso del día se calentó un poco llegando a -22°C.
Las esculturas del hielo y de la nieve eran increíbles, Bárbara quedo fascinada con los pingüinos. Los tigres siberianos (no de hielo, vivo) eran maravillosos y fue todo un privilegio poder observarlos. Son animales hermosos con un triste e incierto futuro.

Las Islas de Cabo Verde no son un lugar turístico muy conocido. Se encuentran en el Océano Atlántico a unos 500 Km de la costa occidental de África, frente a Mauritania y Senegal. Es un archipiélago de origen volcánico, compuesto por 10 islas y 3 islotes. Santiago es la mayor de estas islas. Además de esta isla visitamos Santo Antao, Sao Nicolau y Sal, la isla donde está ubicado el aeropuerto. No quedó tiempo para visitar Fogo, la isla del volcán más alto del archipiélago.
Cabo Verde se constituye en República Democrática después de alcanzar su independencia en 1975, tras haber sido una colonia portuguesa. Por eso el idioma oficial es el portugués. Tal como en Macao no tuve la oportunidad de practicar español. La mayoría de la población es muy pobre. Las muchachas ganan dinero vendiendo pescado o verduras todo el día. Lo equilibran en una bola grande encima de su cabeza. La isla de Santo Antao está atravesada por una imponente cordillera. Hicimos unas caminatas maravillosas, por ejemplo desde el nivel del mar a "Cova", un extinto cráter volcánico.

Después de 2 días de navegación en tiempo muy bueno y una parada breve en las Islas de Faroe, llegué a las Islas Shetland. 2 días de viajar me tomaron a la Reserva Natural de Sumburgh Head, al Jarlshof, a un Museo de Croft y al pueblo de Lerwick. Por el camino ví un paisaje hermoso, alimenté a algunos Ponis de Shetland y me alojé en el hotel antiguo de Busta House.
A lo largo de miércoles el viento alcanzó la Fuerza 10 (presuntamente) y navegué a las Islas Orkney esa noche - la travesía pareció a un viaje de 'montaña rusa'. Dentro de los 2 días siguientes visité las Barreras de Churchill, Scapa Flow, Margarets Hope, Kirkwall, St Magnus Cathedral, Italian Chapel, Stromness, Skara Brae y el Anillo de Brodgar. Los dos últimos sitios fueron declarados patrimonio mundial de la UNESCO hace unos años y era una gran experiencia de visitar edificios que fueron construidos por nuestros antepasados hace 5000 años.
Después otro ferry me tomó a la costa noroeste de Escocia pasando el 'Old Man of Hoy' por el camino. Hice senderismo por las colinas alrededor de Loch Ness cubiertas por flores purpúreos de brezo - no apariencia de Nessie, subí la montaña de Ben Lomond en la niebla, visité el Castillo de Stirling y el Monumento cercano de Wallace (re a la película Braveheart). Tuve un viaje largo a casa - caminando, ir en tren, ir en avión, tomar el autobús, caminando, ir en ferry, caminando, tomar el autobús, caminando - a casa en Aalborg.

Nadie con sentido saldría de una cama cómoda en el medio de invierno, tomaría el tren a las 07:43 a Frederikshavn y daría un paseo de 10½ horas a bordo de un trasbordador a Oslo, una ciudad muy fría. - ¡Yo lo hice!
¿Por qué Oslo? - ¡Bárbara está aficionada a todo lo que tiene relación con la Antártida!
Las últimas horas en el trasbordador - paseando por el fiordo que lleva a Oslo - eran encantadoras y pintorescas - escenas Alpinas con árboles, las cabañas y la nieve. ¡Valió el billete de €25!
Paseando por la ciudad de Oslo fue un desafío ya que la ciudad estaba cubierta de nieve, pero contribuyó al sentimiento antártico. La experiencia antártica se aumentó con la visita al Museo de Fram para ver el barco de Amundsen (diseñado por un escocés). El barco lo llevó a la Antártida de camino al polo sur.
Después un viaje en tren al salto Olímpico de esquí de Holmenkolmen. El tren subió empinadamente y prestó preciosas vistas de la ciudad. Fue una experiencia especial de estar tan cerca del salto. Mirando abajo desde el punto más alto metió un poco de miedo, al igual que la otra dirección.
Esto fue Oslo - ah, y comí uno de los mejores curris de mi vida.

Nos levantamos temprano para tomar un desayuno temprano y alcanzar un tren temprano de Oslo a Estocolmo – ¡quién necesita descanso! El tren de Noruega a Suecia cruzó un paisaje hermoso cubierto de nieve.
Después de registrarnos rápidamente en el hotel, fue hora de visitar el primer café para tomar un chocolate caliente acompañado por pastel con crema. Entonces, equipada con mapa y guía turística, empezé a perderme. Pasé por el Palacio Real y de allí a una plaza vieja con un café tradicional, al que, con gran dificultad pude resistirme durante 24 horas. Llegué al casco viejo, Gamla Stan, con sus calles acogedoras, las casas viejas y tiendas pequeñas. De allí crucé el fiordo congelado y callejeé por las calles del sur de la ciudad. Aunque más moderno, hubo algunas áreas encantadoras.
Un domingo en Estocolmo, ¿qué hacer? ¿Qué tal una visita guiada al Ayuntamiento donde tiene lugar el banquete del premio Nobel? El exterior del edificio no indicaba mucho del interior y tan pícaro el arquitecto había sido. Después de sucumbir al café descubierto ayer fui al museo de Vasa. A pesar de un pequeño desvío debido a dificultades de navegación, finalmente encontré el lugar. ¡Qué barco maravilloso, hermosamente restaurado e increíblemente grande por su era!

Hasta ahora he visitado Berlín principalmente por razones de negocios o para visitar a unos amigos pero nunca como turista. Esta vez fue diferente y junto con mi madre, Ruth, exploramos la ciudad.
Nos alojamos en un hotel encantador cerca de Hackescher Markt ubicado en el área antigua de Berlín Occidental. El Hackescher Markt era también el lugar perfecto para cenar y para tomar refrescos de vez en cuando.
En el primer día visitamos el Alexanderplatz y subimos a la torre de televisión para obtener una vista panorámica a la ciudad. Continuamos al Ayuntamiento de color rojo con su interior grande del mármol y almorzamos en el restaurante Reinhards cerca del río Spree. Pudimos observar el derribo lento del Palacio de la República, ¿qué lo reemplazará?
Un descanso breve en el autobús 100 nos llevó a los edificios impresionantes en la calle famosa “Unter den Linden”, al Tiergarten y al Zoologischer Garten. La visita a la Iglesia de la Memoria destruida parcialmente en la Segunda Guerra Mundial provocó unos pensamientos. Antes de participar en una excursión guiada de la Puerta de Brandemburgo a la Reichstag nos quedó un poco de tiempo para visitar el gran almacén de KaDeWe.
Al día segundo pasamos por la Galería East Side gozando las pinturas de artistas de todo el mundo en un resto del muro de Berlín. Después gozamos un helado grandísimo en la heladería de las galerías "Arkaden" en Potsdamer Platz. Un poco de cultura en la Galería Nacional Nueva, una visita a Checkpoint Charlie y una cena en el hermoso Gendarmenmarkt terminaron nuestro programa turístico por este día.
Comenzamos el tercer día con una excursión a la Isla del Pavo Real en el Wannsee, seguimos al barrio holandés y a la Iglesia San Nicolás en Potsdam.
La mañana siguiente, antes de regresar a casa, visitamos otra sección del muro de Berlín en Bernauer Strasse. ¡Una ciudad maravillosa – Tengo que visitarla otra vez muy pronto!